El tema de los abusos puede ser delicado, ya que hay sufrimiento por parte de la víctima y difícil solución al problema. Es verdad que hay que poner freno a estos abusos porque se pueden convertir en casos graves, pero la pregunta es cómo.
Cuando hablamos de abusos, no solo decimos abusos escolares, también hay abusos entre grupos de amigos, entre adultos (ya sea en el trabajo o incluso por la calle), entre niños pequeños... También estaría bien decir que hay abusos más graves que otros, pero que a la larga se convierten también en graves.
En la mayoría de los casos, la víctima es inferior al acosador (o acosadores), por lo tanto se siente indefensa para protegerse. Tampoco la víctima tiene valor para contar su problema a otras personas (familia, profesores, amigos) y por lo tanto no pueden ayudarla. La víctima, si siguen abusando de ella, puede llegar a sentirse muy, muy mal, hasta el punto de quererse morir.
El acosador o acosadores, se unen en grupos (como una piña) pues así son más fuertes y están más protegidos. Sin embargo, individualmente, los acosadores no son capaces de actuar ante la víctima. Y otra de las cosas más importantes es que si tu te quedas callado (aunque no estés en el grupo "acosador") y no haces nada para impedir el abuso, estás siendo cómplice. Es muy importante no ser cómplice, ya que, quizás, uniéndote a la víctima se unirían todos los demás y se podría solucionar, incluso, el problema.
¿Por qué he dicho antes que era difícil la solución al problema? Lo he dicho porque si nadie se une a la víctima, y esta tampoco se lo cuenta a nadie, es casi imposible solucionarlo y al final la víctima no podrá más y podría ocurrir de lo peor.
Por todo esto creo que es importante que todos "midamos nuestro nivel de acosadores" que tenemos.
Y lo más importante, que nos dejemos de ser cómplices y nos unamos todos hasta que dejemos solo al acosador y así proteger a la víctima, que se puede solucionar si todos nos unimos y aportamos nuestro granito de arena.
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