Algunos de nosotros, para apartar ese miedo y sobresalir y llamar más la atención en la clase, empezamos a lo que se dice "reventarla". Había conflictos con los maestros, con los demás alumnos... Esto llegó a tal punto, que, a los que de verdad nos interesaba, llegamos a perder muchísimas clases.
Tras tener una charla con el director y todos nuestros profesores, nos fuimos calmando poco a poco e intentamos comportarnos mejor, aunque alguna que otra vez, no faltó el "graciosillo" dando el espectáculo. También, influyó para esta mejora, que nos íbamos conociendo más, cogiendo algo más de confianza, hasta sentirnos como nos sentimos hoy: un grupo unido y fuerte.
El apoyo de varios de nuestros profesores, hizo que hubiera u mayor nivel de aprobados y lo más importante nos han enseñado muchas cosas, que no se nos olvidarán.
Aunque a veces teníamos tropiezos y roces, seguíamos adelante. Quizás, no seríamos el mejor grupo de 2ºESO, pero éramos 2ºB.
Ahora, ya terminando el curso, pienso en cómo será el próximo. A lo mejor, nos separarán a muchos de nosotros, caeremos con compañeros y con maestros diferentes, extraños para nosotros, pero seguro que nos pasará como este año: les iremos cogiendo su "truquillo" poco a poco.
Ojalá de aquí en adelante pueda disfrutar de unos buenos cursos y sobre todo aprender y llegar a ser algo en la vida, que para eso estamos aquí. En realidad, aunque parezca mentira, me da pena terminar el curso, dejarlo todo y después empezar otra vez de nuevo. Pero, por otra parte, estoy satisfecha. Yo, por lo menos, he aprovechado al máximo el año y ahora, creo que toca descansar. Así que...
¡FELIZ VERANO!
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